sábado, 8 de noviembre de 2014

"INTERSTELLAR": Tan engreída como su hype

“Interstellar” sirve para varias cosas. La primera, para (re)confirmar que no hay un cineasta más engreído en el Hollywood actual que Christopher Nolan. Todo en su última realización es pretenciosidad (sí, aún más que de costumbre, más que “Origen”, sí); como lo es también ánimo de aportar, graciosamente, su contribución a la Historia del Cine, esa que se escribe con letras grandes y doradas; resultando en su afán de trascender imposible no señalar sus indisimulables intentos de alcanzar futilmente lo que en su día fueron “2001” de Kubrick o “Solaris” de Tarkovsky. 


La segunda cosa que muestra “Interstellar” es que nos queda muuucho que soportar de ese Matthew McConaughey no menos henchido de gozo de conocerse a sí mismo, que recuerda al espectador, plano a plano, lo que mola su nuevo yo interpretativo, ese que gana oscars y al que le roban Emmys. 

También “Interstellar” es muy adecuada para preguntarse como ese actor sorpresa que aparece a medio metraje puede estar tan fallido; lo desaprovechadita que está Jessica Chastain; y ya puestos porque, la Hathaway no salva la función con un par de gorgoritos a lo “I dreamed a dream”, entre tanta conversación poético-filosófica definitivamente imposible entre seres humanos, por muy científicos culturetas que sean. 

Nolan dirigiendo a Chastain

Por otro lado, “Interstellar” demuestra a las claras que Nolan tiene el mismo talento para emocionar al respetable como James Cameron lo tuvo con “Titanic”. Y mira que era fácil, muy fácil. Ah… ¿que os emocionó “Titanic”…? Pues entonces seréis felices.
Como de paradojas, malas explicaciones, giros What The Fuck que precipitan el filme al vacío e incoheretes epílogos no puedo hablar porque haría spoilers (aunque bien que me gustaría), concluyo refiriendo que para lo último que serviría “Interstellar” es para evidenciar que esta misma historia, con muchos de sus elementos en común, la conto con más honestidad el nunca bien valorado Robert Zemeckis en “Contact”. Y en muchos menos minutos. Y con una deliciosa música de Alan Silvestri, y no el habitual estruendo engolado de Zimmer. 
Hala, ya podéis empezar a lapidarme los que tenéis el seso sorbido por el hype.


NOTA:4/10
TÍTULO ORIGINAL: "Interstellar"

sábado, 1 de noviembre de 2014

"CAMINANDO ENTRE LAS TUMBAS": Una pequeña perla del noir detectivesco

“Caminando entre las tumbas” es una pequeña perla del género, en serio peligro de pasar desapercibida. La culpa dicen la tiene adolecer de un argumento que obre malabarismos narrativos. Tampoco posee giros de pasmar a la platea. Pero, quien sepa trascender a esos nimios inconvenientes, descubrirá que todo lo demás en ella está milimétricamente orquestado para hacer las delicias de cualquier amante del noir detectivesco, que se precie de serlo. 


La caligrafía psicológica del personaje protagónico es tan portentosa como clásica. Descansa sobre las particulares hechuras un Liam Neeson formidable. Y su arco evolutivo está certeramente descrito, desde el expeditivo arranque de la cinta, puro western, hasta el plano final que contempla el rostro del (anti)héroe, ajado por lo vivido: lo de ahora, lo de antes y lo de siempre. 

                       La fotografía es excepcional, ejemplo de aprovechamiento de la profundidad de campo

Pero no solo la talla (en todos los sentidos) de Neeson inunda la pantalla. También lo hace un exquisito empleo de la fotografía, brillante en sus insondables oscuridades; milimétrica, en la composición de planos; multidimensional, en los usos de la profundidad de campo.

Y encima, deambulan por el metraje tipos tan siempre inquietantes como Ólafur Darri Ólafsson. Y otros, tan insólitamente, turbadores como el televisivo David Harbour, perfectísimo aquí. Ni siquiera me molesta, como debería, el crío que hace las veces de escudero iniciático del protagonista.

Otro plano de composición impecable

Dios bendiga a quienes aún pagan porque gente como Scott Frank (del que ya me gustó “The Lookout”, además de muchos de sus guiones para filmes muy conocidos) escriban y dirijan trabajos como éste. Por cierto, en esas lides, algún día alguien debería reconocer la labor como productor de Danny DeVito. 

Si pese a lo dicho, no terminé de expresarme lo lacónico que cualquier epitafio exige, os diré, en resumidas cuentas, que “Caminando entre las tumbas” es una de esas pelis que Clint Eastwood bien podría haber protagonizado y dirigido hace unos años. Con eso quizás debí empezar y hubiera bastando.


NOTA: 7/10

TÍTULO ORIGINAL: "A Walk Among The Tombstones"